Cuando dar información beneficiosa para la sociedad es impedido por los poderes públicos, toca que compartas y divulgues…

Mi hijo tiene altas capacidades por sobredotación intelectual, muchos, muchas no saben qué es eso. Bien, pues son niños, niñas con necesidades de apoyo educativo y está legislado que deben recibirlo adecuadamente. No se hace y ello les causa un perjuicio irreparable. Además, la desinformación, la ignorancia, conlleva prejuicios hacía estas personas, hacía su verdadero ser.

Yo estoy empeñada en romper con todo eso. No llevo más armas que la palabra, más lanza que la experiencia, ni más escudo que mis oídos, pero hay quien, al parecer, no le gusta que se sepa todo esto.

No lo permitáis, este sistema es lo que nosotros dejamos que sea.

Hace poco más de 30 años las personas con discapacidad daban clases en el cuartillo la leña, hoy, quienes los mandaron allí se dan golpes en el pecho por «todo lo que han hecho por el bien de estos»

No lo permitáis, no lo olvidéis, no fueron ellos, fueron padres, fueron madres, fueron hermanos y hermanas, amigos, parejas,… o, con su lucha, ellos, quienes volvieron lo blanco, negro.

12000 tractoristas se movilizaron por sus derechos. Con sus conocimientos de más, con sus conocimientos de menos, lo consiguieron.

No lo olvidéis, no lo permitáis, vamos a volver otra vez a hacer lo blanco, negro.

Comparte y divulga:

Las personas con sobredotación no son calculadoras, no tienen por qué ser físicos, ni ingenieros,…

Las personas con altas capacidades pueden no sacar buenas notas, tener mala letra, tartamudear y ante lo evidente, parecer ciegos.

Las personas con altas capacidades pueden ser grandes atletas, no llevar gafas y hasta ser modelos!.

Olvídate de prototipos, empieza de nuevo.

Las personas con sobredotación son locomotoras que se olvidaron del freno,

Un día se acuestan y recuerdan sus tres, sus cuatro, sus cinco años, todos enteros,

Se levantan y, lejos del agotamiento, vuelven a pensar en el libro que hace 3 años leyeron.

No les gusta estudiar, aman aprender,

déjate de darle a Borges para leer, son más del Teeteto.

No tienen hambre aunque sí mucha sed,

y es que no pueden llenarse solo beber un poquito de aquí, un poquito de aquello.

Se miran al espejo.

Se preguntan qué ven, se cuestionan si es bueno.

No saben expresar qué es, pero todo es tan difícil en ese cuerpo!

No saben si quieren parar, si quieren reír, si quieren llorar,

y a fin de cuentas da igual pues, lo dicho, no tienen freno.

Y ahí vuelve el pensar

otra vez y otra vez más en todo lo que se decidió ya en enero.

Gritan: «¡No es manía ni perfección, es la puta locomotora que no tiene freno

y mientras más pienso, más quiero!»

«¿Por qué tú no ves lo que yo veo?»

«Eso no es así, calla loco!», le grita aquel viejo

que dice el refrán que sabe más, pero es otro ciego.

Y esperan crecer para hacer valer, por edad, lo que descubrieron

y se topan con que todo es igual, pues son sólo un «insignificante» 2%.

«¡Esa idea tan rara qué es!», de loco lo tachan de nuevo.

«Siempre todo fue así», le dicen, «tú, ¡adáptate al medio!»

Y mientras le piden parar,

la locomotora silbando va,

va a descarrilar,

y el mundo…

el mundo perdió otro genio.

No sólo aceptes la diferencia, valórala.

No es más inteligente el que se adapta al medio que el que lo transforma, permítele hacerlo aunque no le entiendas.